Hola a todos precios@s. Hoy os traigo mi aportación de mes a Adictos a la Escritura. En esta ocasión el proyecto consistía en hacer un relato referente al fin del mundo, pero bajo el punto de vista de que no ha ocurrido. Me ha salido algo romántico, en mi línea, perdonen los fallos porque no he podido repasarlo demasiado.
Cosas
que hacer antes de que el mundo se acabe (por Daniel Stone):
-
Pintar
un cuadro en Paris.
-
Leer
alguna novela romántica para entender a la pesada de mi hermana, y sus largas
tardes en el sofá escondida tras un libro (que aburrimiento, por favor).
-
Saltar
en paracaídas.
-
Ir
a Las Vegas, fundir pasta y emborracharme con mis amigos.
-
Sacarme
mi dichosa carrera de una vez (ingeniero físico).
-
Conducir
un Ferrari.
-
Visitar
el acelerador de partículas del CERN (Organización Europea para la
Investigación Nuclear).
-
Hacerle
el amor a mi mejor amiga (si, hacérselo yo, muy lentamente y chupándola entera
como si fuera mi caramelo, y explicarle
de paso que me muero por sus huesos).
Repaso
mi libreta de nuevo, y la estúpida lista me mira burlándose de mí. A un día del
marcado como fin del mundo por los antiguos mayas, he podido tachar todos los
propósitos. En este momento me encuentro en la frontera franco-suiza, en el
Gran acelerador de Hadrones. Lo más absurdo es que el objetivo en apariencia
más fácil, aún no lo he logrado. Y es que Nikki, mi amiga desde el instituto,
mi compañera de juergas y confidencias, está ahora mismo riendo en el asiento
delantero del coche que hemos alquilado. Como siempre, no puedo hacer otra cosa
más que mirarla, ella también me mira, extiende la mano hacia mí porque se ha
dado cuenta de que tengo esa mirada perdida que indica que estoy desconectado
del mundo. Mi secreto es que no es así, es la excusa que le pongo para que no
se dé cuenta de que estoy dolorosamente conectado, pero a ella. Estoy inmerso
en el movimiento de su pelo rubio que se balancea acariciándole el rostro, en
sus suaves manos que no paran de moverse mientras habla, en sus deliciosos labios
rojizos y en esos ojos que me dejan
anclado en un estado de anhelo difícilmente soportable. Por eso ella es mi
propósito a conseguir antes de que acabe este mundo, al menos una vez necesito
tocarla como hace años llevo deseando. Sentirla en mi piel.
Salgo
de mi ensoñación cuando llegamos a los pisos para estudiantes. He expuesto mi
proyecto de fin de carrera delante de científicos admirables, y lo cierto es
que siento como si hubiese cerrado otra etapa en mi vida. Mis amigos también
han expuesto sus proyectos, así que el ambiente festivo se respira.
-
Tío,
es una pasada que nos hayamos quitado ya el puto proyecto de encima- Ron sonríe
mientras me echa un brazo por el hombro-. Y desde luego que lo vamos a
celebrar.
-
Hay
una fiesta en el piso de las holandesas- Ricardo nos mira levantando las cejas
sugerente-; lo sé porque nuestras habitaciones están comunicadas, ¿vamos para
allá?
-
¿Cómo
es que has conseguido que te inviten?- Nikki le saca el paquete de chicles a
Ricardo del bolsillo y yo me estremezco pero intento ocultarlo-. ¿Acaso les has
hecho una visita nocturna?
-
Qué
cosas tienes, Nikki, entonces no le hubiesen invitado ni de coña.
Ana se
carcajea ante su propia broma mientras subimos los escalones. Ella y Ricardo
han compartido algo más que caricias en varias ocasiones, por eso no me
sorprendo cuando veo que éste le da un cachete en el culo.
-
Eres
una pequeña víbora.
-
No
más que tú, guaperas.
-
Entonces
quedamos dentro de media hora y nos pasamos por esa fiesta ¿vale?- Ron nos mira
a todos, que asentimos y nos dispersamos.
Ya en
la fiesta descubrimos que no somos los únicos invitados. Bailamos, bebemos y
reímos. Me siento como un satélite alrededor de mi sol, y mi astro particular
no para de cogerme de la mano, bailar contra mí y yo siento que voy a perder el
control. Aunque ¿eso es lo que quiero, no? El mundo se acaba mañana, hay que
aprovechar. Así que arrastro a Nikki por la puerta que conecta con la
habitación de Ricardo, y después pasamos una puerta más allá, hasta llegar a
una habitación que está prácticamente vacía. Me echo en un sofá y tiro de ella
para que caiga a mi lado. Pero ella tropieza y cae en mi regazo. Se ríe con esa
cadencia melodiosa que hace que vibre cada célula de mi ser, y me mira. Pero no
solo mirar, no, profundiza en mí con sus brillantes esmeraldas y yo me quedo
sin aire, aunque tampoco me hace falta. El único aire que quiero respirar es el
que hay dentro de su boca.
-
Te
has quedado embobado Daniel- estira una mano y retira unos mechones morenos de
mi rostro- ¿cuántas te has tomado?
-
No
las suficientes- alargo la mano y se la pongo sobre la nuca. Me permito tocarla
con posesión y sin pensar en lo que hago, recorro su columna hasta quedarme
justo en el límite en el que comienza su espectacular trasero.
Nikki
me mira, confusa, y es que es imposible que no haya notado el deseo que hay en
mi caricia, el calor que arrasa mi mano allí donde la he dejado inmóvil. Como
se va a acabar el mundo y yo lo necesito, no pienso más y la empujo hacia mí,
dejando nuestros labios apenas separados por un aliento. Me espero, pero ella
no se aparta, solo me mira y yo la devoro con los ojos.
-
Daniel,
yo…- hay duda en su tono, pero también hay algo más oscuro que reconozco. El
deseo reconoce al deseo. O quizás es mi mente la que quiere reconocerlo.
-
Me
muero por besarte, Nikki.
Noto
que abre los ojos sorprendida, pero yo no vacilo y antes de que me conteste y
pueda acobardarme, recorto la distancia que nos separa y sello sus labios a los
míos. Son suaves, delicados, y los recorro con la lengua lentamente
deleitándome en su sabor. Nikki deja la boca entreabierta, su cálido aliento me
acaricia tentador e introduzco la lengua en ella, ansioso y voraz. Nuestro beso
se va haciendo más profundo, más necesitado, pegamos nuestros cuerpos hasta
fundirnos el uno con el otro. Pero quiero más. Siempre quiero más cuando se
trata de ella. Por eso la cojo en brazos, y recorro el largo pasillo hasta
llegar a su habitación, mientras seguimos devorándonos sin cesar. No nos hace
falta intercambiar palabras cuando la dejo sobre la cama, nuestros cuerpos son
conscientes del guión que tienen que seguir mucho antes de que la mente procese
lo que hacemos. Por eso le acuno tiernamente el rostro con las manos, la miro
fijamente y veo como el fuego luce en su mirada cuando empezamos a hacer el
amor con devoción. Y ya el fin del mundo me da igual, solo me importa unirme a
esa mujer de todas las formas posibles, hundirme en su interior y que el tiempo
devore las horas mientras nosotros nos dejamos consumir por el frenesí del
amor.
El sol
de la mañana entra perezoso en la habitación, y me descubro despertándome en
ese día que no tendría que existir. Una alarma suena en mi interior. El mundo
no se ha acabado. Estoy en la cama con Nikki. ¿Qué voy a hacer a partir de
ahora? ¿Cómo le voy a explicar lo que ha pasado? Dejo que por unos segundos la
preocupación me corroa, ¿por qué el mundo sigue en pié? Pero todas los
problemas se esfuman cuando al volverme hacia ella, veo que tiene los ojos
abiertos, y me mira, no, me traspasa con su límpida mirada verde. Y solo con
eso sé que todo está perfecto. Agradezco al cielo y a los dioses que este mundo
siga en pié, y también agradezco a los mayas su profecía, porque gracias a eso
tengo a mi sueño entre los brazos. La aprieto fuerte para convencerme de que es
real, y me lanzo a sus labios.
Muchas gracias por leerme. Muchos besos.
Precioso, necesitaba un estímulo para animarse!
ResponderEliminarBesos
Muy bueno, a pesar de que no crei en el fin del mundo, al dia siguiente me desperte como la protagonista... me dije ok el mundo sigue en pie, se suponia que no... tendre que trabajar.
ResponderEliminarmuy bueno.
Muy linda historia, con un toque de gracia. Te a quedado muy bien.. Saludos.
ResponderEliminar:) Qué lindo... ya ves, una de las cosas buenas del fin del mundo es que muchos se libran de sus ataduras y se lanzan ^^
ResponderEliminarParece que esos dos han iniciado una nueva era, suerte. Un relato muy bonito y tierno. Saludos
ResponderEliminarParece que esos dos han iniciado una nueva era, suerte. Un relato muy bonito y tierno. Saludos
ResponderEliminar¡Un relato romántico! Me gustó. Saludos.
ResponderEliminarwow, muy lindo final, y super emotivo, felicidades :)
ResponderEliminarQué bonito, Hada!!!! Me encanta como narras los momentos en que él la describe y su, por fin, "beso voraz" ;) posterior.
ResponderEliminarTe descubro, te leo encantada y por supuesto... TE SIGO!!!
Un besin
Antes lo hubiera hecho. :P
ResponderEliminarBuen toque lo de la lista de pendientes.
Salvo por una que otra palabra que queda discordante, tiene muy buena sonoridad.
Solo con al lista de cosas pendientes ya engancha x)
ResponderEliminarMuy bueno el relato. Besos! :)
Hola!
ResponderEliminarPasaba para informar que hay sorteo en
http://apuestoportisaga.blogspot.com.es/2013/03/sorteo-de-un-ejemplar-de-apt.html
Hace tiempo que no escribes nada...
Besotes y cuídate!
Wow Hada!, me ha encantado!
ResponderEliminarSi es que, la que vale, vale! jejeje
¿No te he dicho en otras ocasiones que adoro como escribes?, pues eso, jejeje
Por cierto, aprovecho que me he dajado caer por aquí para recordarte que no se te olvide anotarte al concurso del club! jijiji
Bs!
Me gusta como escribes. Tienes un don para el relato. Es romántico y sensual. No lo dejes.
ResponderEliminarMuchas gracias Gaspar, por tus palabras que me hacen sentir muy bien y por emplear un poco de tiempo en leerme. Lo cierto esq me encanta escribir, me divierte y me encanta, aunq últimamente lo hago mas en la cabeza que en el papel, por falta de tiempo y organizacion, pero espero retomarlo pronto. Un beso!
EliminarAunque tarde muchisimas gracias a todos por vuestros comentarios. Ya sabeis q en cada relato dejamos un poquito de nuestro ser y que lo lean siempre es una maravilla. Besos
ResponderEliminarPrecioso!!! Sobran las palabras... Para cuando te vea me tienes que dejar tus relatos...
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