Hola guapos y guapas. ¿Qué tal va la semana? Ya
tenemos de nuevo el finde muy cerquita, y espero que lo disfrutéis. Hoy vengo a
hablaros sobre Draculesti, El legado del
diablo, un libro escrito por la autora Cristina
Roswell, publicado bajo el sello de Ediciones Kiwi. Es el primero de la
saga Draculesti.
Yo me lo he leído en formato digital, y me ha
gustado más la experiencia de lo que pensaba, ya que es el primer libro que leo
en este formato. Aunque me siguen encantando los libros en papel.
Os dejo la
sinopsis:
Cuando Ángela eligió a Vlad el Empalador, el
Drácula histórico, como protagonista de su tesis doctoral, no podía imaginar
que aquella simple decisión
marcaría el resto de su vida, y tal vez,
incluso, su muerte. Al embarcarse rumbo a Rumania, dispuesta a desenmarañar los
hilos de las leyendas del viejo continente, no podía saber que terminaría
enredada en ellos. Allí descubriría que los años de estudios de Historia no son
de ayuda cuando ésta decide atraparte entre sus páginas.
A partir de su estancia en un
castillo de Transilvania, Ángela comprobará que la línea entre la superstición
y la Historia no está tan claramente marcada. Y lo que empezara como un simple
viaje de documentación se convertirá en un infierno del que quizás no pueda, o
quiera, salir.
Un país anclado en el pasado,
supersticiones, asesinatos y gritos en la noche. Un legado, un hombre con un
gran secreto, luchas de poder y traiciones.
Y la sangre como origen de
todo.
Como bien os dice la sinopsis, nos encontramos con
una protagonista, Ángela, que quiere hacer una tesis doctoral estudiando las
relaciones que tiene el mito de los vampiros, y el personaje de Drácula en
concreto, con el histórico Vlad el Empalador. Es decir observar realidad y
ficción, averiguando si hay alguna línea que las une. En su estudio sobre el
tema, decide ir a Rumanía para documentarse, lugar de supersticiones, en el que
esa línea divisoria que tan clara cree tener ella entre el mito y la realidad,
parece diluida entre los habitantes de la zona.
Así se embarcará en una aventura que comienza en
el mítico castillo de Transilvania, en lo que al principio prometía ser una
estancia turística, que se convierte en mucho más. Allí conocerá a Nicolae,
rumano que se ofrece a explicarle varias historias interesantes, pero a su vez
le dirá muy poco sobre sí mismo, envolviéndose en un halo de misterio. También
a otros turistas del castillo, y a Víctor, un guía que sabe mucho más de lo que
dice.
De la mano de Ángela viajaremos por estas tierras
plagadas de leyenda, y veremos como nuestra protagonista pasará de ser una
mera observadora a adentrarse tanto en la historia, de forma que difícilmente
podrá escapar de sus garras.
Nos encontramos ante una novela juvenil, aunque yo
no la veo como juvenil, la verdad. Creo que puede gustar a todas las edades,
por el tema que trata y la forma de tratarlo. Cristina nos cuenta la historia
de una forma madura, con muchos detalles históricos que va introduciendo a
pinceladas para hacer su lectura amena. Por supuesto hay que destacar la
estupenda labor de documentación, que da una base muy sólida a la historia. Y
es que esta historia es coherente y está bien construida.
La novela tiene un par de capítulos en tercera
persona, pero la parte central de la misma, en la que se nos narra la historia,
está escrita en primera persona desde el punto de vista de Ángela. Esto ha
hecho que nos podamos meter muy bien en la piel de la protagonista, que nos va
narrando de manera lineal todo lo acontecido durante su estancia en Rumanía. Por
eso es a ella a la que más conoceremos. Me parece muy acertada la forma de
narrar de la autora, ya que el lenguaje es cuidado, con unas frases muy bien
construidas, pero a su vez muy claras y nada rebuscadas. La narración guarda el
punto justo de descripción, para que nos hagamos bien a la idea de las
situaciones y el resto de personajes que no nos pueden contar por su boca lo
que sienten. A su vez también encontramos reflexiones sobre los pensamientos y
sentimientos de Ángela, que no se hacen pesadas ya que van acorde con el
contexto.
Algunas escenas se me han hecho difíciles, porque
relatan hechos bastante duros, pero lo cierto es que la autora las narra de una
forma que se leen bastante bien. En el libro podréis encontrar mucha acción,
secretos familiares y creencias arraigadas desde hace mucho tiempo. El tema
vampírico es tratado desde una perspectiva bastante diferente a la que yo al
menos estoy acostumbrada, y que me ha resultado agradable, no azucarando el
mito.
La trama de amor entre los protagonistas está ahí,
no es fundamental para el desarrollo de la historia, pero creo que está bien
llevada y tiene su importancia. Además ofrece momentos intensos que nunca
vienen mal, y da base a ciertos argumentos.
Los personajes en general me han gustado bastante.
Ángela, tan escéptica, que tendrá que ir cuestionando poco a poco sus
razonamientos. Nicolae, misterioso, con un alma antigua arraigada en un pasado
familiar sólido, y ese toque de elegancia y frialdad lleno de poder. A su vez
los demás personajes que van apareciendo, como Víctor, Constanta y varios más
tienen su toque característico que hace que te puedas acordar muy bien de
ellos, tanto para que te caigan muy bien o muy mal.
El final, aunque se termina parte de la historia,
deja muchos frentes abiertos y misterios por descubrir, y se queda en un punto
que te deja con ganas de seguir leyendo.
Así que si os apetece acompañar a Ángela en su
aventura por Rumanía, descubriendo los múltiples secretos que esconden esas
tierras, tratando el tema vampírico desde otro punto de vista, y con grandes
dosis de acción e intriga muy bien llevadas, os invito a leer esta novela.
¿La habéis leído ya? ¿Os llama la atención?
Gracias por leerme. Besos.