martes, 27 de julio de 2010

Primera prueba de mi vestido de novia...

Esto no tiene nada que ver con las cosas que suelo escribir, pero me apetecía, y he dicho ¿quién me lo impide? Siento aburriros con mis locuras mentales, la prueba de mi vestido de novia, es el viernes, y me da por pensar...jeje. Siempre vuestra!!

- 21, 22, 23...
- ¿Cristina?- mi madre entró al salón, asustada por mis resoplidos- ¿qué se supone que estás haciendo?
- 27, 28, abdominales- si pensaba que podía hablar y flexionar mi blanda pancita a la vez, lo llevaba claro- voy ya.
- No entiendo porque estás tan obsesionada- mi madre se sentó en una silla a mi lado, mirándome preocupada- si te está un poco apretado se le puede soltar un poco la costura y ya está.
- 32, 33, ¿y dónde está mi dignidad personal?- de todos es sabido, que siempre se mete, sacar no- Tengo dos meses para ponerme en línea.
- Como quieras, pero estás estupenda.

¿Cómo es posible no querer a una madre? Te acompaña a ver tu traje de novia, te lo regala y encima te dice lo estupenda que estás, incluso se emociona. Verdaderamente mi madre es un lujo.
Después de mi escasa tabla de abdominales, el segundo caballo de batalla aparecía en el horizonte. Porque, tras una primera prueba del traje de novia con mis braguitas naranjas estampadas con murciélagos negros, y el consiguiente sujetador verde de rayitas rosas, llegué a dos conclusiones:
1. Cuando vas a probarte el traje de tu boda, todo el mundo verá tú ropa interior, así que debes procurar abstenerte a las braguitas de Piolín y el sujetador de los Simpson, a no ser que quieras sufrir un CVI(colapso por vergüenza instantáneo).
2. La norma uno también es muy útil por si alguna vez te tienen que rescatar los bomberos, nunca sabe una si un chico buenorro la va a salvar de un apuro ¿no? Hay que estar preparada.

Después de ponerme la ropa interior más o menos a juego, mi madre y yo salimos de camino a la tienda. Cuando llegamos, tocamos suavemente el timbre, y en seguida una muchacha morena, de cabello rizado negro y sonrisa cálida nos recibió.

- Bienvenidas a Vístete Novia, ¿qué desean?
- Mi hija venía a pobrarse su vestido de novia.
- Muy bien seguidme a los probadores.

La chica de voz cantarina y perfume dulzón nos condujo por la tienda cubierta de moqueta roja hasta los probadores. En el interior de los mismos, las cuatro paredes estaban recubiertas de espejo de arriba a abajo, y en una de ellas se apoyaba un sofá de cuero blanco, que mi madre pasó a ocupar en seguida. En el centro del probador, encontramos una pequeña tarima redonda.

- Desvístete, que en seguida vengo con tu traje- la vendedora me miró guíñándome un ojo y sonriendo.

Yo obedecí a regañadientes, no me gustaba exhibirme, y no podía entender como quedarse en bolas delante de una desconocida podía llegar a emocionar a la gente. Esperamos cinco minutos hasta que llegó la chica, tiempo que aproveché para convencerme que me pasaría los dos meses que quedaban para la boda comiendo fruta, la 38 tenía que caber como fuera.

La dependienta entró en el probador con una gran funda, destapó el traje y lo colgó en una percha. De pronto, se escuchó un sonido sordo, algo sólido cayendo, al que siguió un grito agudo y angustiado:

- ¡Ayuda, por favor!

Gracias a mi trabajo de enfermera, cada vez que alguién pedía ayuda mi instinto se activaba inconscientemente, y hacia que mi cerebro mandara rápidamente la orden a mis piernas de que se movieran. En este caso mi respuesta no varió, y salí corriendo del probador, la voz parecía venir de la puerta principal de la tienda. Cuando llegué, me encontré a una chica joven, lívida y desvanecida en el suelo. Rápidamente le levantamos las piernas y tras comprobar que había sido un desmayo leve, ya que sus signos vitales eran normales, mi madre se puso a socorrer a la madre de la criatura, que parecía a punto de caerse redonda al suelo del susto.
Concentrada como estaba en la chica en cuestión, mi vista periférica no fué capaz de captar que un uniforme de policía entraba en la tienda, y se acercaba al escenario de los hechos. El uniforme(¿tendría un cuerpo dentro?)se arrodilló al lado nuestro.

- ¿Qué ha pasado?- noté que sus ojos, negros como una noche sin estrellas, se clavaban en mí, por fín mi visión periférica parecía captar algo- ¿necesitais ayuda?
- No gracias, estoy bien- la chica ya había vuelto en sí- Creo que me he desmayado por los nervios de la boda.
- Vaya, ¿cuándo te casas?
- Dentro de una semana, y estoy que me va a dar algo.
- Bueno tú tranquila, estas cosas siempre salen bien- dijo el policía, guiñándole un ojo simpático. Después volvió la mirada hacia mí- Parece que se ha apañado usted estupendamente, la vamos a fichar en el cuerpo.
- Bueno gracias- notaba que me iba poniendo como un tomate por segundos- Se hace lo que se puede.
- Si no necesitais nada más, yo voy a seguir- el policía se levantó- encantado de conocerlas señoras.
- Encantada- me levanté para estrecharle la mano, y solo cuando tuve su mano entre la mía, me di cuenta que a parte de mi conjuntada ropa interior, mi cuerpo lucía enterito al descubierto. Todas mis terminaciones nerviosas parecieron activarse a la vez, y un estallido de calor incendió mi cuerpo, tiñendo de rojo cada centímetro de mi piel- Gracias por todo.
- No, no, gracias a ti- sonrió levantando un poco una comisura, un brillo malicioso iluminaba sus ojos, echó un ligero vistazo desde mis piernas hasta llegar a mis...¿ojos?- Ya sabes estás fichada como el cuerpo, ejem, quiero decir para el cuerpo.

Cuando me soltó la mano, pude admirar su metro noventa de músculo y piel morena, pelo rizado tan negro como sus ojos, y un trasero que hacia justicia al tópico de hombre sexy con uniforme. Cuando salió de la tienda, todas las allí presentes nos quedamos mirando unos segundos como se alejaba, durante los cuales la tienda se inundó de un silencio lleno de paz. En medio de aquella quietud, un móvil sonó, atrevido y sacándonos a todas del ensimismamiento repentino.

- ¿Diga?-respondí, aún sabiendo a ciencia cierta quién era.
- Hola cariño, ¿cómo estás?- mi novio parecía contento- Tengo una noticia estupenda.
- Dímela ya.
- Esta tarde salgo antes de trabajar, así que voy a llevar a mi tía buena a ver una peli y a cenar, ¿qué te parece?
- Estupendo, pero cuando dejes a tu tía buena, ¿harás algo conmigo?- dije con recelo.
- Uy, se me olvidaba que tenía una novia un poco cortita y un poco cegata. Porque que yo sepa, no existe una mujer más sexy que tú.
-Vaya pelota, tío. Algo quieres.
- Te quiero a ti, preciosa, nos vemos luego. Chao guapa.
- Chao cariño.

Después de que la chica se levantara ya repuesta, me fuí a mi probador. La dependienta me ayudó a ponerme el traje, para lo que me tuve que subir a la dichosa tarima. Pero desde esa nueva perspectiva, mi cuerpo dejó de parecerme un conjunto de mollitas sobrantes, y dejé que mi mente me viera como lo que en realidad soy, una mujer esbelta con curvitas.

- Hija, estás preciosa- mi madre sonreía emocionada- Vas a deslumbrar.
- Gracias mami, eres un amor.

Y así, con el corazón repleto de amor, y la moral por las nubes, decidí despojar los complejos, y guardarlos en el fondo de un cajón muy profundo, junto a las braguitas naranjas de murciélagos. Con personas que te quieren, y un policía buenorro que te mira de forma golosa, no hay lugar para tonterías, estoy estupenda por dentro y por fuera, y no hay más que decir.

8 comentarios:

  1. Mmm quién pudiera ver a ese policía :P Me ha gustado el relatillo, sí. Mucho ánimo en tu primera prueba ;)

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  2. Gracias Irewen!! Siempre me gustaron los uniformes, aunque a mi novio no le cae muy bien este policía, jeje. Besikos!

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  3. No hay nada como un buen novio para subir la moral y quitarte los complejos. Y tranquila q si necesitas desahogarte por la boda para eso está la gran red de redes, aunque por otro lado es normal.
    Y en cuanto a lo del policia, como ya han comentado das envidia si, q yo tb ando con medio norte perdido por uno, solo q yo todavia estoy en proceso de atreverme a preguntarle el nombre xD

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  4. Pues adelante que seguro q no tienes nada q perder, un acercamiento no hace mal a nadie, y si no te gusta lo que ves, pues a otra cosa. Besikos y gracias!

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  5. Jajajaja. Me encanta! Tiene su toque atrevido, y su toque de humor... :)
    Como fue La Verdadera prueba del vestido? También había un policía así?¡Tú tienes novio! Me lo quedo...^^

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  6. Hola guapa! Siento decepcionarte, pero no había policía, jeje. Aunque si que me casé con el novio, y la verdad es que estoy encantada con la "adquisición", jeje. Y en la verdadera prueba pasé vergüenza cuando con las medias y el cancan me dijeron: "paséate por la tienda, que te miremos el largo". A las chicas les gustaba que todo el mundo te viera con tu trajecito... Un besazo guàpa, y muchas gracias por leerme

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  7. Jajaja "adquisición"?:)
    Yo aun estoy esperando el mío...
    Besos a ti también y de nada!

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  8. Pues espero que tengas mucha suerte, y encuentres o mejor que te encuentre a ti, una pareja a tu altura. Un besazo guapa

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